domingo, 25 de septiembre de 2016

Silencio y paz entre piedras, Angkor, leyendas en Camboya (Siam Reap, día 17 #vietnam16im)

Hemos abandonado Vietnam, nos despertamos en Siam Reap (derrota de Siam, Tailandia significa), Camboya y a las 8'30h nuestro guía Siang nos espera puntualmente para hacer "el día de los templos del reino de Angkor" como nos dijo anoche. Nos explica que por la mañana visitaremos Angkor Thom y Ta Prohm y por la tarde, después de comer, iremos a Angkor Wat.

Y había más de 200 misteriosas caras
Llegamos a Angkor Thom (la gran capital) que nos recibe con una de sus 5 puertas de acceso (todas iguales). A derecha e izquierda del paseo que llega a la puerta nos espera NAGA, la serpiente, cuyo cuerpo está aguantado por una hilera de "buenas personas" (sonrientes a la izquierda) y otra de "malas personas" (serias y enfadadas a la derecha). Accedemos al recinto y los templos rodeados de verde, entre la hierba y los árboles nos dejan sin respiración, que bonitoooooooo!!!!!!
¿Los buenos o los malos?
Nos acercamos al Bayoan de Angkor Thom, es decir, al centro. Es un templo lleno de caras, tuvo 54 torres que representaron las 54 provincias del reino. Cada torre tiene 4 caras lo que da un total de 216 caras. El templo es del s. X-XI de la dinastía Jemer y tiene muchos bajo relieves que explican historias: un parto, como sacar piojos de la cabeza, peleas de gallos y de cerdos, y batallas, muchas batallas. Salvando las distancias, mi cabeza rápidamente salta y lo relaciona con Karnak, el templo egipcio repleto de historias en sus paredes. Nos paseamos por el templo profusamente decorado con muchas bailarinas apsara (manera elegante de referirse a las concubinas del rey). Llevamos un buen rato caminando por Angkor Thom y es de aquellos sitios en los que no te cansarías de hacer fotos, mires hacia donde mires siempre encuentras un nuevo encuadre.
Parto a la sombra en los bajorrelieves de Angkor Thom 
A veces notamos caras que nos miran 
Phimeanakas
Nos vamos de Angkor Thom paseando entre árboles y otros templos menores (Phimeanakas) hasta llegar a Ta Prohm, el templo aguantado y destruido por las raíces de los árboles. Parece que estemos entrando en una de las películas de Disney, casi escucho al rey Lui cantando en el templo de los monos del Libro de la Selva Siang nos cuenta que todos los templos de Siam Reap habían sido invadidos por los árboles y la vegetación con el paso de los siglos, los recuperaron y dejaron Ta Prohm como muestra "turística". Quien sabe si este templo es la Venecia de Asia? Cuando pasen unos años habrá sido completamente destruido?

Belleza destructora en Ta Prohm
Finalizamos la visita empapados de sudor nuevamente, la humedad es extrema y "chorreas" por todas partes. Almorzamos a la vera de un agradecidísimo aire acondicionado  que nos vuelve a la vida y nos da fuerzas para afrontar la tarde de templos en Angkor Wat, la mayor construcción religiosa del mundo. En cuanto llegas y te acercas te percatas que el templo es muy grande y está muy bien conservado. Siang aprovecha para hacernos una puesta al día de las divinidades hindús:

  • Shiva: creador y destructor
  • Vishnú: conservador
  • Brahma: creador
Terraza de los elefantes
Angkor Wat impone
Culto budista de carne y hueso
Angkor Wat está dedicado a Vishnú, y según dice Siang dentro del templo había muchas estatuas de Visnhú y Buda a las que les falta la cabeza fruto del saqueo sufrido a principios del s.XX. Vemos multitud de bailarinas apsara en sus paredes, relieves en la piedra con imágenes de la época e incluso los monjes de una pagoda cercana cuidan y veneran las estatuas de Buda que quedan. Pasamos un buen rato subiendo y bajando, vemos la biblioteca, las piscinas de purificación y nos sorprende que a pesar de la multitud que efectúa la visita como nosotros se respira silencio y paz, tanto, que, si cierras los ojos, puedes llegar a imaginarte el culto de los siglos XI y XII cuando según los historiadores, alrededor de los templos, en Angkor (la capital), dentro de las murallas, había casas de madera donde vivía la población. 

Una de las vistas más increíbles de Angkor
Y es al acabar la visita, cuando abandonas Angkor Wat que te espera la última sorpresa, un maravilloso lago donde, si no sopla el viento, se refleja la maravillosa silueta del templo, wow!!!
Día intenso de visita cultural que nos obliga a volver al hotel buscando un poco de relax. Noche de cena en el Hard Rock de Siam Reap, peor que el de Saigon y con poco para contar. Vuelta al hotel en Tuc tuc, las simpáticas motos con remolque que pasean turistas arriba y abajo.

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